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Aprendé cómo conservar los alimentos para prevenir enfermedades gastrointestinales o intoxicaciones

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Las ETA se desarrollan luego de consumir alimentos o beber agua que contienen contaminantes peligrosos para la salud, manifestándose en diarreas, vómitos o dolores semejantes a los de una gripe, unas horas o inclusive días después de la ingesta de los mismos.

Es muy importante extremar las precauciones a la hora de manipular y conservar los alimentos. Hay que tener en cuenta que la exposición al calor aumenta el riesgo de sufrir intoxicaciones alimentarias debido a la proliferación de microorganismos, por lo cual los alimentos se descomponen mucho más rápido. Como regla general se recomienda consumir primero los alimentos que se compraron con mayor anticipación y no mantener a temperatura ambiente aquellos que necesitan ser refrigerados, como leche, carnes, huevos, yogurt o mayonesa.

Las frutas y verduras, además deben lavarse cuidadosamente antes de ser ingeridas, para evitar tanto la contaminación microbiana como la presencia de productos químicos.

Mantener la cadena de frío de los alimentos es primordial. Al momento de refrigerar es importante que los alimentos cocidos no estén en contacto con los crudos. Los cocidos deben colocarse en las bandejas superiores de la heladera o guardarlos en tuppers. La comida cocida refrigerada puede conservarse como máximo tres días y una vez calentado no debe ir nuevamente a la heladera porque puede “ponerse fea”. Para evitar que esto pase se puede guardar en porciones más pequeñas e ir sacándolas a medida que las vayas necesitando. Hay que tener en cuenta que cuando se congelan alimentos crudos, deben estar en buen estado y limpios, teniendo especial cuidado con los pescados y mariscos por su rápida descomposición. También se recomienda no introducir alimentos calientes en la heladera, esperar a que estos se enfríen, procurando que no pasen más de dos horas.

Nos vamos a la playa! :) El traslado de alimentos a la playa o a un picnic debe hacerse en una heladera portátil y protegidos del sol, colocándolos debajo de una sombrilla. Si esto no dispones de una heladera portátil, es conveniente optar por aquellos alimentos que soportan mejor las condiciones de temperatura ambiente como los enlatados, y frutas en vez de lácteos, quesos o sándwiches.

Recuerda siempre llevar la cantidad de agua suficiente para mantenerte bien hidratado.

Si al finalizar la tarde de playa te sobraron alimentos, deséchalos, ya que no es seguro su consumo. A todo esto le sumamos la importancia de un adecuado lavado de manos con agua y jabón.